Capítulo 7

Un hombre muy alto, de complexión delgada y muy ejercitado, de unos cuarenta años que ni se le notaban, entrajado y con corbata, dio un golpe seco en su escritorio con violencia. 

El susodicho no era ni más ni menos que el señor Seto Kaiba. Estaba molesto, muy molesto. 

—Tranquilízate un poco. Es nuestro hijo, y solo quiere que le prestes más atención —dijo la mujer albina con la que estaba casado. 

—¿Más atención? ¿Destruyendo mi imagen, avergonzándome con mis clientes y la prensa? —Su esposa bajo la mirada apenada—. Le confié la tarea de representarme en una negociación con una corporación coreana y nunca llegó a la reunión. En su lugar viajo a Milano con el hijo de Pegasus a bailar en una disco. Tuve que enviar a nuestra hija a persuadir al presidente Ming de terner la reunión con ella, en un horario que no era el acordado. Con ese viejo mujeriego, porque su hermano no es lo suficientemente hombre para atender sus responsabilidades. Yo siempre puse el bienestar de Mokuba primero.

Hizo un poco de silencio y no pudo contener la furia. Tomó el computador y lo lanzó contra la pared tan fuerte que este explotó. 

—¡No le importa Kaiba corp! —grito furioso—. Solo quiere fiestas, mujeres y gastarse mi dinero con sus amigos. —Miro a su esposa con el seño fruncido. No era culpa de ella—. Kisara, se que te dolerá, pero cuando regrese no podrá ingresar a la mansión. Le ordenaré al personal que no le dejen poner un pie en mi propiedad. Que se pague un cuarto de hotel con su dinero o que duerma bajo un puente, ya no me importa. 

Su esposa lo abrazó por la cintura y apoyó su rostro en su pecho para llorar con tristeza. Aun así sabía que su hijo estaba demasiado rebelde y podría causarle mucho daño a la corporación con sus malas acciones. Lo único que podía hacer como madre y esposa era pensar con la cabeza fría una manera de que su hijo y su marido hicieran las paces. 

En la casa de Yugi Muto:

—Hola Makoto Kun —saludo Yugi al hijo de Jonouchi—. ¿Buscas a mi hija?

—Bueno, si. Quería hablar con ella. 

—Pasa —dijo el mayor desordenando el cabello del adolescente rubio—. Esta arriba. 

—¡Gracias tío Yugi! —dijo Makoto y subio corriendo las escaleras, dispuesto a arreglar las cosas con su amiga. 

Era consciente que antes se divertían todos juntos, pero al ir creciendo más empezaron a olvidarse del verdadero significado de la amistad y a preocuparse más por la apariencia, por ser cool a los ojos de los otros estudiantes. 

Y se olvidaron de Miku no intencionalmente. 

Llegó a la puerta del cuarto de la niña y notó que estaba abierta. No estaba muy seguro de que hacer. 

Abrió un poco y miró adentro quedando muy sorprendido. 

—Miku ¿Por qué lloras? —preguntó entrando en su habitación. 

—¡Makoto kun! —grito asustada y escondió el celular tras de sí. 

—Yo venía... —quiso explicar pero se dio cuenta de que algo estaba mal—. ¡Dejame ver! —dijo de prepo y se abalanzó sobre ella quitándole el celular. 

—¿Qué haces? ¡No! ¡Deja! —se quejó enojada mientras se secaba las lágrimas e intentó quitarle el celular, pero no lo logró al ser mucho más pequeña que el. 

—¿Desde cuando te hacen esto? —preguntó el rubio intentando no llorar de la rabia al leer el mensaje:

"Eres una tonta.  No importa que Megumi Kaiba te defienda. No te dejaremos en paz ¿Por qué eres tan fea? ¿No haz pensado en operarte la cara? ¡Nos da asco verte! Si le dices a alguien es porque eres una débil y no te puedes defender sola."

—Yo, no quiero hablar de eso, —dijo en voz baja la tricolor mirando al suelo con vergüenza. 

—¡Dime quien es el que te molesta y le romperé la cabeza! —grito furioso el rubio de ojos violetas, hasta que notó que Miku no respondía y seguía llorando—. Lo siento mucho. Es mi culpa por no darme cuenta antes, por no estar ahí para ti, —se disculpo apenado y la abrazo con cariño. 

—Yo... ¿Por qué viniste? —ella intentó cambiar el tema. 

—Quería invitarte a salir con todos nosotros a donde tu quieras —dijo sin dejar de abrazarla. 

—No quiero ver a nadie —dijo triste y se abrazó del rubio. 

—¿Y solo conmigo? —preguntó mirándola a los ojos y ella asintió moviendo la cabeza. 

Por otro lado un joven totalmente cansado por haberse ido de fiesta, solo quería dormir. Pero al parecer el personal de seguridad se había vuelto loco y no le dejaban ingresar a la mansión Kaiba. 

Frustrado por la situación, Seto Kaiba Jr llamó a su tío por teléfono para que le ayudara con eso.

—¡Tío Mokuba! Estoy en el portón, no me dejan entrar. ¡Haz algo! —exigió con tono de voz de niño, que esta por hacer un berrinche si le dicen que no. 

—Por favor Junior —dijo el adulto cansado—. No puedo hacer nada por ti. Mi hermano te echo de casa hasta que aprendas la lección y clausuró tus tarjetas de crédito. 

—¡Eso también! —grito molesto el chico castaño—. ¡¿Vez?! ¡Mi padre me odia! ¿Por qué no manda que me maten? ¡Sería más fácil!

—¡No digas idioteces Junior! —Esta vez la voz del vicepresidente era de enojo total—. Te salvé de ser castigado cuando apostaste dos millones de dólares de la corporación y perdiste. También te salve cuando recién habías sacado la licencia de conducir a principio de este año y por conducir borracho lastimaste a una señora. No fuiste a prisión pero la prensa hablo y comprometiste la imagen pública de tu padre. 

—¿Vas a recordarme todo lo que hice mal? —se quejó el adolescente. 

—¡Si! ¡Porque quiero que cambies! —grito el hombre y el más joven guardó silencio—. Te dejare entrar para que tomes alguna de tus pertenencias y te largues. 

La llamada se cortó y el pequeño Seto miró al suelo mientras se acariciaba el cabello tratando de no llorar. 

En la casa de Atem y Anzu los jóvenes ayudaban a hacer la limpieza ya que la bailarina castaña no podía moverse mucho por lo delicado de su embarazo. 

—Tía Anzu ¿Donde guardo las toallas que acabo de doblar? —preguntó Izumi Jonouchi con amabilidad. 

—En el estante de arriba de mi ropero. ¡Gracias linda! —fue la respuesta de la esposa del faraón. 

La joven rubia corrió feliz con las toallas en la mano para guardarlas mientras Hayato y Mei enceraban el piso;

Berenice tendía al sol la ropa recién lavada y su padre Atem cortaba el césped aprovechando el feriado no laboral. 

Aknamkanon por su parte estaba ganando algo de dinero al ayudar en la barbería de cerca de su casa.

Un hombre grande y musculoso con una barba espesa y abultada, entró al establecimiento y se sentó frente al espejo. 

—Chico, quiero algo diferente y que me haga lucir bien masculino —dijo el hombre robusto al joven egipcio—, tengo una cita con una mujer bonita y quiero quedar bien.

—¡Por supuesto! Le mostraré algunas opciones. —El moreno tomo una carpeta con fotos de distintos cortes de pelo y se la extendió al hombre explicándole cuáles estaban más de moda. 

El televisor estaba encendido como siempre en el canal Mundo Duelo, donde pasaban las veinticuatro horas del día los mejores duelos del país y del mundo.

Aknamkanon seguía hablando con el hombre y se detuvo un poco para mirar el televisor y suspiro.  Quería ser un profesional, no por el echo de serlo y ya, sino para batirse a duelo con los mejores del mundo. 

Su cliente eligió un corte de cabello y barba y el moreno tricolor se puso a hacer su trabajo con una maestría increíble. 

"¡Mundo Duelo! El canal del duelista, tu canal... ¡Ralf Mckenna de Estados Unidos vs Megumi Kaiba de Japón, después del corte!" 

—Megumi... —murmuró el egipcio sin dejar de hacer su trabajo. 

Cierta emoción recorrió su cuerpo y su corazón se aceleró de golpe. 

—¡Eso si que es un duelo! —grito el hombre barbudo antes de proseguir—, a pesar de ser mujer es increíble, mejor que muchos hombres. ¡Y hermosa! Mckenna no podrá ganarle. 

Aknam se ruborizó al recordar cuando la conoció. Cuando la chica lo enfrentó para defender a su molesto hermano. 

Luego  volvió en si y le recriminó al hombre su tonto comentario. 

—¿Cómo que "a pesar de ser mujer"? —preguntó molesto pero no lo dejó contestar—. Vuelve a decir algo así y saldrás calvo —amenazó. 

El hombre no dijo nada y el joven siguió cortando su cabello. 

Los comerciales pasaron y el duelo dio comienzo.  Dos hombres más que estaban en la barbería se colgaron a la espalda la bandera de Japón y empezaron a gritar muy descontrolados apoyando a la castaña. 

Aknamkanon dejó su tarea por un rato para observar el duelo. Se veía increíble: sus movimientos al robar una carta, al invocarlas al campo, como movía con gracia sus brazos delgados. Sus dedos largos y finos sosteniendo sus cartas. Se parecía mucho a su padre en su forma de moverse y la potencia de su voz al relatar sus jugadas mientras se burlaba y humillaba a su oponente. Pero eso movía algo en el interior del joven egipcio que no podía definir. Los ojos azules de la chica, brillan ardientes por la adrenalina del momento. 

—El azul se está convirtiendo en mi color favorito —dijo el hijo de Atem mientras posaba su mano sobre su corazón creyendo que ya sabía lo que le pasaba: Quería un duelo con ella.

El duelo terminó en cinco turnos con la victoria de Megumi. Todos gritaron de la emoción y el egipcio prosiguió con su trabajo. 

Mientras en el centro comercial de Domino:

—Mira Miku, se que no quieres que me meta pero si lo resolveras tu, yo quiero ayudarte. 

La preadolescente de cabello tricolor picudo y ojos aguamarina miro al rubio de ojos violetas y lo abrazó con timidez. 

—No es que no quiera tu ayuda, pero, no quiero que piensen que no me se defender por mi misma. 

El rubio le acarició el cabello a la más joven mientras miraba a un punto en la nada intentando pensar una solución. 

—¡Ya se! —grito él muy animado a la vez que la tomaba de los brazos alejandola un poco para poder mirarla—. Yo te dire que decir y hacer, para que te dejen de molestar —hizo una pausa y prosiguió—, tienes que ser menos tímida y más segura de ti misma. 

Ella lo pensó un rato y luego sonrió más animada. 

—¡Esta bien maestro Makoto! Enséñame a ser popular. 

El chico sonrió y la tomo de la mano para pasear por el lugar. 

—Antes que nada parate recta y mira al frente, nunca mires el piso. —Ella asintió a las palabras de su querido amigo y levantó la cabeza intentando sentir seguridad—. Bien, ahora iremos por un helado.

—¿Podemos comerlo donde no allá mucha gente? —preguntó al ver que la heladería estaba llena de clientes. 

—¡No! —dijo él mirándola decidido—. Mi plan es ayudarte y se que te da vergüenza comer en público. Si sigues mis instrucciones y te esfuerzas, nunca más serás molestada.

Ella suspiró cansada pero lo siguió aun mirando al frente y no al piso. Cambiaría, sería mejor, por ella misma y como agradecimiento a los que confiaban en ella.

Capítulo 6

El torneo entre colegios los tenía a todos alborotados. Los amigos de Aknamkanon estaban reunidos en su habitación y todos tenían sus decks con ellos.

—Podemos tener duelos entre nosotros como práctica —propuso Mokoto Jonouchi.

—No —dijo Hayato Honda—. Si no, todos sabremos las estrategias de todos. Sería muy aburrido.

—Tiene razón, dejemos para enfrentarnos la semana  que viene en el colegio. —Añadió el egipcio—; ahora podríamos entrenar con un deck diferente, por si alguien tiene dudas de las pautas para construir un buen deck.

Todos estuvieron de acuerdo así que
asintieron satisfechos.

Miku Muto que estaba en silencio viendo el celular, se puso de pie.

—Chicos, tengo que irme ahora. Quede con una amiga —. Todos miraron extrañados a la enanita.

—¿Nos estás traicionando? —preguntó Mei Otogi en broma.

—Megumi Sama me invitó a entrenar con ella.

Todos hicieron un silencio incómodo, porque a ninguno le caía bien la hija de Seto Kaiba.

—No la llames así.  ¿Eres su perrito? —preguntó molesta Izumi. —Esa chica es mala y seguro quiere aprenderse tus estrategias para derrotarte con facilidad.

—No es verdad. Conmigo siempre han sido amables los gemelos Kaiba. Tal vez porque nuestros padres son socios. Pero aún así, siendo no tan buenos aveces. ¿Qué los hace a ustedes más buenos?

Ninguno contestó y Miku prosiguió.

—Se que me ven como una niña y por eso no me toman en cuenta en nada. No son tan buenos amigos realmente, no conmigo —dijo resentida y se fue de allí dejando a todos boquiabiertos.

—Tiene razón —dijo Makoto—. Como nuestras clases terminan antes, salimos a divertirnos sin Miku. ¡Eso esta mal! ¿No deberíamos cambiar eso?

Todos hicieron silencio y miraron al rubio arrepentidos por haber dejado de lado a su pequeña amiga.

—Podemos mostrar que de verdad nos importa, si la invitamos para salir mañana al lugar que más le guste. —Propuso el hijo del faraón.

Todos acordaron que eso harían y el egipcio volvió a hablar:

—Chicos, hay algo que necesito saber. Como nos mudamos hace poco, no tengo idea de muchas cosas de aquí —dijo Aknamkanon.

—¿Qué quieres saber? —preguntó Hayato curioso.

—Cuéntenme sobre la familia de Seto Kaiba.

Todos se miraron pensando por donde empezar con el relato.

—Ok, yo te cuento —dijo Izumi—. Kaiba tiene cuatro hijos. Tu conoces a la mayor, Amunet Kaiba, la hija de Ishizu. Con su esposa actual tiene a los gemelos, Seto Jr y Megumi. Luego está el menor de nombre Ren que va a la escuela primaria con el hermano menor de Miku y con su prima Maya, la única hija de Mokuba Kaiba.

Cuando la rubia terminó de hablar Aknam preguntó algo extrañado:

—¿Seto y Megumi son gemelos? No se parecen y además ella esta una clase atras de él. No parece la clase de chica que recursa. —El estaba muy confundido.

—Nosotros los conocemos desde niños. Créeme que en la escuela primaria eran idénticos, pero con el paso del tiempo y al ser de distinto sexo ya no se parecen tanto. Y sobre la edad,  Seto es un año menor que tú. Se adelantó un año para compartir clases con el hijo de Pegasus. Esos dos son mejores amigos desde niños —dijo Mei Otogi.

—Te contaré algo que pasó hace dos años —dijo Makoto Jonouchi y empezó a contar:

Flashback

Makoto y Hayato terminaron las prácticas con el equipo de fútbol y fueron a los vestidores a cambiarse los uniformes por la ropa de calle.

La puerta se cerró de golpe y no dieron importancia hasta que algo les llemo la atención:
Una serpiente verde arrastrándose por el suelo.

El susto fue tal que empezaron a gritar y corrieron hasta la puerta intentando abrir y nada, estaba cerrada con lleve. Lo curioso es que la llave solo la tiene el conserje.

—¡Abran! —gritaron muertos del miedo al ver al reptil acercarse peligrosamente.

Pero las risas del otro lado de la puerta no se dejaron esperar. Sin duda solo había un grupo capaz de algo tan perverso: "The powerful".

—Maldita sea, oigo sus risas. ¡Abran desgraciados! Kaiba, tú risa se oye más ¿eres idiota?¿quieres matarnos?—El chico ni se dio por aludido y siguió riendo muy divertido del otro lado.

—Tranquilo cachorrito feroz. ¡Si te muerde se morirá ella del asco! —dijo el castaño de catorce años para luego reír de forma infantil.

—¡Maldito idiota! ¡Abre de una vez! —dijo esta vez Hayato—. ¿Cómo tienen la llave?

—Le pagamos al conserje para que nos la prestara un ratito. —Esta vez fue la voz de Maximiliano.

La serpiente se acercó más y se puso en posición amenazadora. Con cuidado Hayato tomo una escoba para defenderse y a Makoto también.

Pronto la puerta se abrió y los tres chicos estaban ahí muertos de la risa.

—¿Qué les pasa malditos sádicos? —preguntó el rubio muy molesto y se lanzo para darle un puñetazo en el rostro al engendro de Kaiba.

Rápidamente Maxi le agarró la mano frenandolo y con un movimiento rápido lo tiró al suelo.

—Nadie toca a Seto chan si yo estoy presente ¿oíste imbecil? —dijo el de cabello blanco.

Makoto se puso de pie y junto a Hayato se miraron muy perturbados por la horrible experiencia. Esos chicos eran sin duda unos monstruos.

—Es inofensiva —dijo James von Schroider acercándose a la serpiente y dejando que le subiera por el brazo—. No es venenosa.

Las dos víctimas quedaron muy impactadas mientras escuchaban las risas burlonas y exageradas de los tres abusivos del colegio. No importaba que no fuera venenosa, ese chiste fue macabro y de mal gusto.

Los ricachones se fueron diciendo algo de espiar en el baño de las chicas.

Fin del flashback

—Esa es la verdad. Megumi sera vanidosa, presumida y tan parecida a su padre que da miedo, pero su hermano... Seto Jr es perverso y para empeorar las cosas siempre pone cara de inocente y sonríe agradablemente cuando en realidad es un patán de cuarta haciéndose el bueno.

Aknamkanon y Berenice se miraron un poco pensativos. Por el relato contado, ese grupo de tres eran una verdadera molestia en el colegio.

Apartamento de Maxi:

—Tenemos que ir a esa fiesta en Milano esta noche —dijo Maximiliano Crawford.

James asintió con la cabeza en modo de aprobación mientras leía un libro de medicina.

—Chicos, van a tener que ir sin mi.

Ambos miraron Seto Jr extrañados, ya que es el ama las fiestas.

—¿Por qué? —preguntaron a la vez sus amigos.

—Porque mi padre esta en China y me pidió que viajara a Corea a representarlo en una reunión de negocios.

—Pero puedes no ir a la reunión en modo de protesta. ¿Recuerdas todas las veces que prometió estar para ti y termino llendo a otra reunión de negocios? Como cuando ganaste un campeonato mundial de Mortal Kombat y no estuvo en las finales, o cuando te dieron un reconocimiento por crear el videojuego de realidad virtual más vendido del mercado. El tampoco estuvo ahí y nunca aprecia lo que haces —terminó de decir el hijo de Pegasus viendo como el rostro de su amigo cambiaba de una sonrisa a una expresión de profundo dolor.

El jovencito castaño miro el piso recordando con tristeza esos feos momentos y muchos otros similares de su vida.

—Es mejor que no seas desobediente Kai chan —aconsejó el alemán de pelo rosa, poniendo una mano en la cabeza del japonés.

—No James, Maxi tiene razón. Debo tomar venganza o nunca se dara cuenta que no debe ser un mal padre. Hasta que no cambie no lo obedeceré en nada.

El hijo de Pegasus sonrió satisfecho por la decisión de su amigo. Estaba mucho más cerca de destruir Kaiba Corp.

—Ven. —El castaño se acercó a Maxi quien lo abrazó y acarició su cabello—. Yo si te valoro —le dijo con cariño al ojiazul, ya que a pesar de estarlo usando, lo amaba como a un hermano menor—. No estas solo.

En el domo Kaiba:

—¡Vamos Miku! Te gane en el segundo turno.

Megumi se quejó al notar que la hija de Yugi no había dado lo mejor de si por culpa de la timidez y la indecisión.
La castaña suspiro cansada. Tendría que ser dura con ella para obligarla a perder el miedo. De otra manera nunca podría demostrar lo buena duelista que era.

—Miku, tendremos otro duelo. Si pierdes no tienes derecho a participar en el torneo.

El miedo se apoderó de la más pequeña. Si aceptaba no podría participar en el torneo, no tenia forma de ganarle a su idola, ella en los duelos era despiadada y poderosa.

—No, yo quería... —Paso por su mente que tal vez era mejor no estar en ese torneo ni en ningún otro, no era tan buena.

—¿Y Miku? ¿Eso es todo? ¿No me enfrentarás para demostrar que vales algo? —la pequeña la miró apenada, no tenía el valor de intentarlo, sabía que perdería—. ¿Esos patanes que te molestaban en el colegio tenían razón? ¿Eres una perdedora sin personalidad? —Miku bajo la cabeza apenada—. ¡Responde!!!

La voz autoritaria y enojada de la castaña la hizo alzar la cabeza y se armó de valor para tomar su decisión.
Si no se arriesgaba nunca podría saber de que era capaz, si tal vez podría haber ganado.

—Acepto —dijo con valor y seguridad en su voz.

El duelo dio comienzo:

—¡Voy primero! —dijo la hija de Kaiba—. pongo dos cartas y activo reglas antiguas para invocar de modo especial al dragón blanco de ojos azules. —Sonrió triunfante y prosiguió relatando cada movimiento—. Para finalizar equipo a jinete de los vientos de tormenta a mi dragón blanco. Tu turno Miku.

—Pongo una carta boca  abajo e invoco Maha Vailo en modo de ataque. Le equipo hacha del desespero. —El monstruo recibe 1000 de ataque quedando en 3050—. ¡Ataca al dragón blanco!!!

—Activo a mi carta boca abajo, controlador de enemigos, para cambiar a Maha Vailo a defensa.

—Activo mi carta boca abajo, exorcismo, para destruir tu carta mágica —contraatacó la tricolor.

Megumi activó su otra carta boca abajo.

—Usare vigilancia del campeón para frenar eso.

Maha Vailo cambia a defensa por efecto de controlador de enemigos y Miku termina su turno.

—¡Mi turno! pongo una carta boca abajo e invoca Dragón de Alexandrita (2000Atk).
¡Ataca mi dragón blanco! —Destruye a Maha Vailo y deja a Miku con 1600 puntos de vida menos.

—¿Como es posible? Mi monstruo estaba en defensa —preguntó la más baja diciéndole adiós al torneo en su mente.

—Mi dragón esta equipado con mi jinete, esto hace que al atacar a monstruos en defensa causé daño de penetración —explicó con tranquilidad—. Lo siento chibi, dile adiós al torneo. ¡Dragón de Alexandrita! ¡Ataca directo a sus puntos de vida!

—No... solo me quedan 400 puntos de vida —dijo apenada la más joven.

—¿Qué harás? ¿Te rendirás como una cobarde? —preguntó la chica de ojos azules y la hija de Yugi subió el rostro para mirarla a los ojos.

—¡Nunca! ¡No quiero ser una tonta! ¡No me rendiré! —Megumi sonrió complacida ante el cambio de actitud—. Pongo una carta boca abajo y un monstruo boca abajo tambié. Activo a llamada de lo condenados desde mi mano, para traer a Maha Vailo de nuevo al campo. Le equipo Vara descartable para darle 800 más de ataque y esto activa su efecto quedando en 3350 de ataque finalmente. Terminó mi turno. 

—Invoco a Kaibaman y activo su efecto: lo envió al cementerio para invocar de modo especial otro dragón blanco desde mi mano. ¡Ataca Dragón de alexandrita! a la carta boca abajo! —Esta resultó ser marshmallon y la castaña recibió 1000 de daño a sus puntos de vida—. Bien pensando Miku. ¡Pero esta vez no te salvarás! ¡Ataca Dragón blanco, con jinete de los vientos de tormenta! —para así causar daño de penetración, pero Miku contraatacó.

—Activo el efecto de esfera kuriboh desde su mano, lo mando al cementerio y freno tu ataque. Además activo libro de la luna para poner boca abajo a marshmallon.

—Bien, termina mi turno. Lo estas asiendo demasiado bien. —Sonrió la mayor haciendo que Miku se sintiera verdaderamente feliz.

—¡Bien! ¡Voy a ganar para estar en ese torneo! Invoco otro marshmallon en defensa boca arriba y activa gafas de marshmallon y esto hace que tus monstruos solo puedan atacarlo a el. ¡Equipo a Maha Vailo con colgante negro quedando en 3850 de ataque. Pero por su efecto sube a 4350! ¡Ataca al dragón blanco equipado con Jinete! Así evitar de una vez por todas sus daños de penetración.

—¡No tan rápido Miku! ¡Activo Pared de disrupcion! cada monstruo tuyo pierde 800 por cada monstruo que controles, ¡eso es 1600! ¡Ataca Dragón Blanco de ojos azules! —Maha Vailo queda en 2750 y es destruido por el dragón blanco. Miku pierde 250 de vida quedando en 150Lp.

Miku hizo silencio pensando en si sentirse feliz por haberce esforzado tanto o triste por estar a punto de perder.

—Mi señora, tenemos un problema. —Un hombre alto de cabello negro y barba (el guardaespaldas de Megumi) las interrumpió.

—¿No ves que estoy en un duelo Mamoru? —preguntó indignada la castaña.

—Si pero su hermano tendría que estar en pocas horas llegando a Corea. Y en su lugar esta viajando a Europa con los señores Crawford y Schroeder.

El rostro de Megumi se convirtió en uno sombrío cargado de enojo.

—¡Resultó ser más desconsiderado de lo que pensaba! —Megumi puso la mano sobre su deck—. ¡Me rindo Miku, tu ganas!

—¡No! —grito Miku, pero la chica ya estaba abandonando el lugar.

—Nos enfrentaremos en el torneo. Nos vemos chibi. —La hija del empresario se despidió y se marcho dejandola sola.

Miku sonrió feliz. De verdad admiraba tanto a esa chica, era su ejemplo a seguir. 

Capítulo 5

—¡Jóvenes! ¡Les tengo una gran noticia! —dijo la directora del colegio enérgicamente a los chicos que estaban en la sala de conferencias del Instituto—. Tenemos la visita del señor Alcalde y de los grandes empresarios Pegasus J. Crawford y Seto Kaiba. ¡Con ustedes! ¡El alcalde de Dominó City!

Todos hicieron el mayor silencio posible para escuchar. Podían ser un poco vándalos pero en Domino City cuando se habla de duelo de monstruos todos mostraban respeto.

—Mis queridos jóvenes amigos, estoy para informarles que para este año tenemos al igual que el año anterior, el tan esperado torneo intercolegial —anuncio el alcalde—. La semana que viene todos los alumnos que quieran participar de este evento se reunirán en el colegio, ya que se suspenden las clases el resto de esa semana y comenzaremos con la clasificatoria. ¡Solo los tres primeros lugares representarán al colegio, en el torneo intercolegial de Domino City!

Todos los jóvenes aplaudieron, silvaron o hicieron un poco de desorden de la emoción. Solo el participar era suficiente para muchos, sabían de sobra quienes eran los tres primeros puestos, los mismos que los años anteriores.

Seto Kaiba, el legendario duelista y CEO de Kaiba corp, se dirigió al estrado. Los gritos de los estudiantes y el sonido del flash de los celulares se hicieron presentes. Y claro, algunos murmullos por lo bajo, como por ejemplo; "¡suegro!" y alguna tontera más.

—¡Duelistas! Por qué no merecen menos de que se les llame con ese título. Esta es una nueva era, el duelo de monstruos a llegado a cada parte del mundo, y los nuevos discos de duelo permiten una experiencia de juego nunca antes vista, que antes de su lanzamiento parecía inalcanzable. Sin embargo ahora está al alcance de algunos, especialmente las ligas profesionales, por su alto precio. —El hombre hizo una pausa y todos los jóvenes parecían impacientes porque siguiera hablando. Muchos de esos chicos habían descuidado sus estudios para trabajar a medio tiempo, con tal de comprar el nuevo disco de duelo, pero sin resultados aún, ya que eran demasiado caros. Solo quedaba verlos de lejos en el brazo de un profesional en un estadio o por televisión—. El que se lo merezca debería poder tenerlo sin importar su economía. —Los jóvenes se pusieron a gritar eufóricos—. ¡Los ocho mejores de cada colegio podrán tenerlo gratis! ¡Así que a luchar! ¡Demuestren que de verdad merecen ser llamados duelistas!

La sala de conferencias se volvió un caos, todos aplaudían y gritaban el nombre de Kaiba, la pobre directora no podía calmarlos. Seto jr. por su parte puso una expresión de total decepción. ¡El nunca consiguió la atención de todo el colegio a ese nivel, y era su colegio! Luego llega su padre de cuarenta años y se roba la atención de todos.

—Jóvenes duelistas, quiero su atención. —No tuvo que gritar ni nada parecido, al escuchar la voz de Pegasus J. Crawford, todos se callaron—. Quería informarles que Kaiba y yo seremos los jueces de este torneo en las finales. Pero para que vean que yo también los amo —lo dijo con voz algo cómica, típico de él—, me encargaré del premio; tres cartas nuevas, edición limitada. Las cree hace tiempo pero nunca las saqué al mercado. ¡El que gané el primer puesto será el único en tenerlas en su deck! —Todos aplaudieron y luego se aglomeraron cerca del escenario para poder tomarse fotos con ambas leyendas del duelo.

Kaiba se dio la vuelta para irse de una vez pero Pegasus lo tomó del brazo.

—Mi querido amigo Kaiba, no te vayas tan pronto. Los niños quieren fotos con ambos —dijo el del parche, consiguiendo que Kaiba se quedara muy a su pesar.

Aknamkanon estaba demasiado emocionado, podría batirse a duelo con grandes oponentes; pero había alguien en especial que quería retar. La busco con la vista, allí estaba la castaña, la actual campeona de Asia.

Al principio no sabía mucho de ella, ya que el estaba más familiarizado con las ligas profesionales de duel monster en África y Europa. El pudo participar en torneos en países como Italia, Alemania e Inglaterra. Realmente se sentía un poco tonto por no haberla conocido antes, en vez de hace poco viendo sus mejores duelos en internet, y esto que el era de etnia japonesa. ¡Tenía que enfrentarla!

—Ya veo... —susrro Maxi mirando a los empresarios que ya se retiraban.

Era muy notorio que Ilusiones industriales ya no tenían tanto que ofrecer al público, y Kaiba corp se había hecho sumamente poderosa.

Tanto así que se podía decir que el viejo Kaiba tenía el mundo en sus manos. ¿Qué le queda a el? ¿Heredar una compañía mediocre? El nació para ser el primer lugar, no un segundón y eso tenía una forma de solucionarse:

Kaiba no viviría por siempre y si había una manera de que la corporación decayera un montón el ya la sabía, el mal uso de los fondos, falta de responsabilidad y escándalos mediáticos. Eso tenía un nombre: su amigo casi hermano, Seto Jr.
Él destruiría Kaiba corp para él y cuando pudiera casarse con la hermana de este, convertiría a Kaiba corp en parte de Ilusiones industriales, convirtiendo a esta última el la empresa más grande de duelo de monstruos en el mundo.

El de pelo blanco mira con una pequeña sonrisa al chico que hacía un puchero infantil, en protesta por ser menos popular que su progenitor. Sin embargo lo quería demasiado, usarlo para sus planes no significaba nada. Negocios y amistad nunca deben mezclarse, son dos cosas diferentes, penso Maxi.

Por otra parte, lo mismo que ellos escucharon fue transmitido en vivo para los otros colegios que por la falta de tiempo el alcalde, Kaiba y Pegasus no pudieron visitar.

Los estudiantes del colegio rival también estaban muy emocionados.

—Que suerte tienen de haberse mudado a Japón y a este colegio en estas fechas. ¡Si son duelistas no pueden dejar de participar en esto! —le contaba un alumno a los nuevos estudiantes egipcios que con una sonrisa algo malévola miraban la pantalla.

En otro lugar las cosas no eran tan emocionantes:

—No puede ser. Tienen que encontrarla, es importante. —Yugi le exigía al oficial de policía que hablaba con el.

—Lo siento mucho, no dejaron ninguna pista, nada! En las cámaras nada, no hay huellas ni nada de nada.

—Una momia no desaparece sola de un museo. ¿O si? —preguntó Yugi indignado.